Generalmente durante otoño e invierno vemos que en los vidrios y paredes escurre agua. Esto se acentúa en las mañanas y en aquellos días de baja temperatura exterior.
La condensación se debe al vapor de agua contenida en el ambiente de una vivienda calefaccionada. Es un efecto físico en el que el agua que está en el aire en estado de vapor se hace líquida al
ponerse en contacto con superficies frías como muros, vidrios y cerámicos.
Asimismo, el hecho de que el aire tenga una mayor temperatura interior y menor temperatura exterior colabora para que los muros perimetrales (que son los más fríos) sean aquellos
en los que esto suceda con mayor facilidad.
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